Se comprueba que estos fármacos están presentes en concentraciones elevadas tanto en semen como en el tejido del recto

Miguel Vázquez – 21/06/2012

Un análisis farmacocinético realizado en EE UU -y publicado en la edición digital de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes– llevó a cabo la monitorización de las concentraciones en semen y tejido rectal tanto de darunavir potenciado por ritonavir (Prezista®/Norvir®) como de etravirina (Intelence®) a lo largo de un período de ocho días en voluntarios sin VIH. Los responsables del estudio afirman que sus resultados revelaron la presencia de concentraciones elevadas de dichos antirretrovirales y sugieren que podrían ser viables para evitar la transmisión y la adquisición del VIH, especialmente en la población de hombres gais.

Los resultados de estudios recientes están poniendo de relieve el importante papel del tratamiento antirretroviral en los esfuerzos para prevenir tanto la transmisión como la adquisición del VIH. Así, el ensayo HPTN 052 evidenció que el uso de una terapia eficaz reduce hasta en un 96% el riesgo de transmisión del VIH en parejas heterosexuales serodiscordantes. Por su parte, otros estudios revelaron la eficacia del empleo de los fármacos antirretrovirales en la profilaxis pre- o postexposición para reducir el riesgo de contraer la infección en personas seronegativas.

En la actualidad, se desconoce si unas combinaciones específicas de antirretrovirales pueden resultar más eficaces que otras con tales propósitos. Los autores del estudio consideraron que, a la hora de seleccionar regímenes farmacológicos para prevenir la infección, podría ser útil definir las exposiciones a los antirretrovirales en los compartimentos biológicos vulnerables a la entrada del VIH o que ayudan a su propagación, como el tejido rectal o el semen.

En consecuencia, se diseñó un estudio farmacocinético que examinó las concentraciones de darunavir/ritonavir y etravirina en muestras de sangre, semen y tejido rectal de doce hombres sin VIH. Dichas concentraciones se monitorizaron de forma intensiva el día uno y, de nuevo, los días siete y ocho del ensayo. Los participantes tenían una mediana de 27 años de edad y su origen étnico era diverso. En todos los casos se toleraron bien los antirretrovirales.

Tras la primera dosis, los tres fármacos fueron detectados en las muestras de sangre, semen y tejido rectal.

Los niveles de darunavir fueron entre el 82 y el 92% menores en semen que en sangre una hora después de la primera dosis. Tras varias dosis, la presencia de fármaco en semen fue entre el 80 y el 85% menor que en sangre. No obstante, las concentraciones del fármaco en semen se acumularon entre 2 y 2,8 veces después de la administración de diversas dosis.

En cuanto a ritonavir, no se detectó su presencia en semen hasta dos horas después de la primera dosis. El pico de concentración se alcanzó a las ocho horas de tomar la dosis. Tras la primera administración, la exposición de ritonavir en semen estuvo entre el 89 y el 95% por debajo de la detectada en sangre y, tras múltiples dosis, llegó a estabilizarse en un 93% más baja. La exposición al fármaco en semen se acumuló a lo largo del estudio, multiplicándose por un valor de entre 1,4 y 2,3 veces.

Dos horas después de administrar la primera dosis, la presencia de etravirina era detectable en semen. La concentración de fármaco fue un 83-87% menor en semen respecto a la sangre y, tras múltiples dosis, fue entre el 85 y el 88% más reducida. De nuevo, el fármaco se acumuló en semen tras múltiples dosis (de 3,6 a 5,2 veces).

El equipo de investigadores comprobó que los niveles de los tres antirretrovirales no ligados a una proteína (el elemento del medicamento que tiene efecto farmacológico) fueron superiores en semen que en sangre. Esto resulta muy significativo para el uso preventivo del fármaco. Los autores explican que, a medida que disminuye la unión con las proteínas del plasma sanguíneo, existe una mayor cantidad de fármaco no ligado a proteínas que está disponible para atravesar las membranas celulares y distribuirse por los distintos compartimentos del organismo.

Así, los autores afirman que las concentraciones de fármaco no ligado en semen son mayores que en sangre (en el caso de los tres antirretrovirales analizados), lo que podría resultar eficaz para suprimir la replicación del VIH en el tracto genital masculino. También se hallaron indicios de que los fármacos del estudio podrían ayudar a prevenir la exposición al VIH durante el sexo anal. Una hora después de recibir la primera dosis, las concentraciones de los tres fármacos fueron significativamente superiores en el tejido rectal en comparación con la sangre (darunavir, 1,1 – 1,2 veces mayor; ritonavir: 5,8 – 12 veces mayor; etravirina: 15 – 16 veces superior).

Los niveles de los tres fármacos siguieron siendo mayores en el tejido rectal en comparación con la sangre tras recibir múltiples dosis (darunavir: 2,3 – 2,7 veces mayor; ritonavir: 13 – 27 veces mayor; etravirina: 7,5 – 9.7 veces superior). La exposición a estos fármacos también se acumuló con la dosificación múltiple.

Los investigadores concluyen que la rápida penetración y la concentración sostenida de darunavir y etravirina en la mucosa rectal son características deseables para prevenir el VIH, y esperan que estudios futuros ayuden a determinar si esas concentraciones en el tejido rectal y el semen consiguen suprimir por completo la secreción viral en dichos compartimentos corporales.

Fuente: Aidsmap.
Referencia: Brown KC, et al. Single and multiple dose pharmacokinetics of darunavir plus ritonavir and etravirine in semen and rectal tissue of HIV-negative men. J Acquir Immune Defic Syndr, online edition. DOI: 10. 1097/QAI.0b013e3185cb645, 2012.

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